Es un tipo de infraestructura informática en la que
se entrelazan servidores distribuidos geográficamente en varios centros de datos. Estos almacenan parte
de la información y el contenido de los sitios web y los servirán al usuario final.
Las principales ventajas son mejorar la disponibilidad del servidor, aliviar la carga de tráfico de este y ser
una barrera más de seguridad contra ataques informáticos, además de mejorar el rendimiento y los
tiempos de carga.
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